Robot social

Tecnología, ciencia y sociedad desde perspectivas poco comunes


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El internet es el arte de lo posible

Internet como agenda y herramienta de investigación en las ciencias sociales, una suerte de punto con capacidad de convertirse en línea y luego esfera.

ImagenHay ciertos vacíos que las ciencias sociales bolivianas se niegan a llenar aunque de a poco surgen iniciativas interesantes. Esos vacíos no están por demás, los cientistas sociales bolivianos no tenemos acceso fácil a recursos para investigación, y lo poco que hay lo destinamos a temas más urgentes, aunque sabemos que no importa cuántas hojas se dedique a éstos (léase las más de 100 mil páginas de investigación y diagnósticos sobre desarrollo en Bolivia) igual nomás seguirán perteneciendo al mundo 2D. El mundo 3D, o sea el de la realidad, se guía por otro tipo de intereses que superan a los de la investigación en base a la evidencia.

Esos vacíos se relacionan al estudio del internet desde sus tres grandes ópticas: como estructura social en sí misma (incluso al nivel de metarelato o metanarrativa[1]), como reflejo de una sociedad de la vida real, y como continuum de ésta. Es decir, en la primera el internet es un mundo en sí mismo, en la segunda es otro espacio público que replica todo aquello que sucede en el mundo de “los que tienen vida”[2], y en la tercera es su complemento[3]. Por supuesto, los límites entre estos tipos de estudio son casi de una transversalidad absoluta, pero a medida que el internet crece y se complejiza, los fenómenos que se susciten dentro de la web son más exclusivos de ésta.

Lo bueno del estudio del internet, a comparación de los temas más urgentes del mundo real (desarrollo, política laboral, pacto fiscal, conflictos y paz social, etc.), es que puede realizarse sin presiones presupuestarias muy altas. Mientras más propio de la web el objeto de estudio, menos se necesitará de, por ejemplo,  grandes encuestas y levantamientos de líneas base a lo largo y ancho del país, costosos talleres y/o reuniones en salones de eventos con sus respectivos refrigerios, viáticos y pasajes. Los insumos para el estudio del internet son, por ahora, simplemente datos que se pueden extraer de la misma web, por lo que en el peor de los casos necesitaremos realizar uno que otro desembolso a alguna empresa de recopilación de data (Muchas de hecho nos las facilitan de manera gratuita). Otra ventaja del estudio del internet (o en el internet) es que siempre se puede acudir al crowdsourcing[4], es decir, a la colaboración horizontal entre diferentes investigadores, analistas y/o entusiastas.

Bueno, todo bien hasta ahí, pero ¿Por qué las ciencias sociales bolivianas deben dejar sus temas urgentes para estudiar el internet? En realidad, no se deben dejar de estudiar los temas urgentes, pues por lo pronto no dejarán de ser urgentes, y al mismo tiempo sí se tiene que empezar a estudiar el internet. La sociedad global está viviendo una aceleradísima inflexión vinculada a la expansión y penetración del internet en la vida cotidiana de individuos y comunidades. Somos ya esa sociedad de la información que Castells acotó hace 10 años, y hasta incluso, la estamos sobrepasando. Desde la explosión del uso de las TIC en múltiples niveles y para muchos propósitos (hoy por hoy hasta la tienda de la esquina tiene su fanpage en Facebook), hasta la emergencia de una mercado monetario propio (con monedas como el bitcoin), el internet tiene la potencialidad de ser “El fenómeno/suceso” que cambió la historia para siempre.

Como aporte a ese magnificación del internet, propongo dos ejes de investigación que procesará el Robot social poco a poco (No se olviden que es un robot de 25 años que vive a punta de café, por lo que necesitará su tiempo):

–          Economía política  del internet, el estudio del internet en sí mismo y para sí mismo: ¿Cómo surge? ¿Cómo opera?

–          Internet en la política/economía/sociedad, el estudio de los fenómenos que se continúan y se complementan en la web y en el mundo real.

A modo de complemento e inspiración, recomiendo dar lectura a una de las pocas internautas y cientistas sociales que le viene dedicando magnos esfuerzos a la comprensión del internet en Bolivia.


[1] Discursos totalizantes asumiendo en que en alguna medida el internet pueda explicare a sí mismo (algo que posiblemente pueda suceder en un futuro)

[2] Familia, amigos, perrito y gatito de carne y hueso.

[3] El Mundo virtual y el real existen paralelamente y se retroalimentan continuamente Parafraseando forzadamente al aforismo de Clausewitz: el internet es la continuación de la vida en el mundo real, por otros medios.

[4] Muchos colaboran en pos de un mismo objetivo.